La presidencia de Donald Trump podría abrir una oportunidad única para Latinoamérica, si se gestionan bien las relaciones y se buscan áreas de colaboración. Trump ha demostrado un enfoque pragmático en su política exterior, lo que podría beneficiar a la región en términos de acuerdos comerciales, cooperación en seguridad y desarrollo.
Por ejemplo, países latinoamericanos con economías emergentes podrían negociar términos comerciales ventajosos en sectores como el agrícola y el manufacturero. Además, el énfasis de Trump en políticas de “América primero” podría alentar la búsqueda de alianzas más cercanas entre Estados Unidos y sus vecinos del sur, si ambos lados priorizan temas de beneficio mutuo, como el comercio justo y el desarrollo sostenible.
Con una estrategia inteligente y la disposición de aprovechar oportunidades, Latinoamérica podría encontrar en esta presidencia un camino para fortalecer su papel en la política regional y asegurar mejores condiciones de crecimiento y cooperación.